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Maniobrar estratégicamente en las viñetas políticas: argumentación y humor en las publicaciones de Ya, La Vanguardia, ABC, El Alcázar e Informaciones durante la Transición española (1974-1977)

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Maniobrar estratégicamente en las

viñetas políticas

Argumentación y humor en las publicaciones de Ya, La Vanguardia, ABC,

El Alcázar e Informaciones durante la Transición española (1974-1977)

Tesis final del MA Linguistics of European Languages Supervisor: Dr. O.J. Zwartjes

Institución: Universidad de Ámsterdam Fecha: 27 de junio de 2016

Nombre: S.M. Nout

Número de estudiante: 5777437

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Resumen

Antecedentes: Las viñetas políticas aparecen a diario en la prensa, las revistas y hoy en día también on-line. El reto para el lector es decodificar exitosamente el mensaje indirecto transmitido por el dibujante, que consiste en un comentario crítico sobre una situación socio-política en la actualidad o sobre el comportamiento de una figura pública en concreto. El dibujante quiere compartir este mensaje con el público y convencerle de adoptar su punto de vista fundado con argumentación implícita constituida por elementos visuales, textuales o una combinación de ellos. Hay una vinculación inherente con el humor que el lector sólo puede comprender si logra resolver las pistas de incongruencia que causan este efecto humorístico. El punto de vista y la argumentación a que se compromete el dibujante pueden ser explicitados a través de un modelo de reconstrucción dentro del paradigma pragmadialéctico, que además nos permite evaluar los movimientos razonables y falaces que el dibujante hace para perseguir su objetivo persuasivo. El corpus estudiado en este trabajo abarca una selección de viñetas publicadas en un período determinado de la historia española, en concreto el de la Transición (1974-1977). Las viñetas publicadas en ese período en la prensa no sólo reflejan los acontecimientos más relevantes, sino también defienden las diferentes ideologías políticas en una sociedad dividida entre afiliados de izquierda y de derecha. Con respecto al contexto legal, los dibujantes tuvieron que trabajar bajo las limitaciones legales impuestas por la Ley de la prensa e imprenta de 1966, que influyó en la libre selección del diseño de las imágenes. Este estudio proporciona un análisis comparativo sobre un período determinado y marcado por una cierta censura desde una perspectiva pragmadialéctica con enfoque en el mensaje crítico y humorístico transmitido. Objetivo: El planteamiento central consiste en la comparación de las viñetas publicadas por cinco diarios diferentes en la Transición y las diferentes maniobras estratégicas que realizan. Análisis y metodología: El análisis, dividido en dos partes, se concentra en la selección de veinte viñetas en total, respectivamente refiriéndose al principio de la Transición (el programa reformista) y el final (las elecciones generales de 1977). Las viñetas son analizadas según su contexto cultural, seguido por la interacción de los elementos visuales y textuales que constituyen el efecto humorístico. A partir de ahí, se presenta una reconstrucción del punto de vista y la argumentación implícita. Resultados: Los diarios se muestran generalmente consistentes en la manera de transmitir su estilo humorístico y su forma de expresar la crítica, aunque la inicial actitud positiva del diario Ya hacia el gobierno va disminuyéndose conforme pasa el tiempo. Interesantes observaciones son la esporádica elección de representar una figura pública identificable en algunos casos, frente a la

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representación de estereotipos en la mayoría de las ocasiones y, además, el constante empleo de una falacia por parte del periódico ultraderechista, que tiene como consecuencia que se desvíe de la estructura de argumentación en las viñetas publicadas en los demás periódicos. Conclusión: Este trabajo demuestra que la teoría pragmadialéctica es una buena herramienta para detectar las maniobras estratégicas de los dibujantes en la creación de sus viñetas. La selección de cinco diarios representando diferentes ideologías durante la Transición española nos permite realizar un extensivo estudio comparativo relativo a un determinado período. Es interesante observar que la censura pueda influir la libre elección del dibujante, un tema que sería interesante investigar más en futuros trabajos. También se observa en un caso determinado una constante ocurrencia de falacias. Sería conveniente también que se dedicara una investigación a la ocurrencia de falacias en las viñetas políticas y la evaluación del público al respecto.

Palabras clave: argumentación, humor, viñetas políticas en la prensa, maniobrar

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Índice

1. Introducción 1

2. La argumentación y la viñeta política 7

2.1 Una definición de la viñeta política 7 2.2 La argumentación visual en las viñetas políticas 9

3. La pragmadialéctica: maniobrar estratégicamente 11

3.1 La teoría pragmadialéctica aplicada a las viñetas políticas 11 3.2 Maniobrar estratégicamente: movimientos razonables y falaces 13 3.3 Maniobrar estratégicamente: el modelo de reconstrucción 14

4. La viñeta multimodal y el humor 17

4.1 La multimodalidad y el análisis de humor a través de la TGHV 18 4.2 El humor en las viñetas políticas desde una perspectiva cognitiva 20

5. El Análisis de las viñetas 22

5.1 La censura y el humor gráfico: la Ley de la prensa e imprenta de 1966 23 5.2.1 Primera parte: el programa reformista, esperanza y frustración 25 5.2.2 Segunda parte: el camino a las elecciones generales 41

5.3 Resultados 53

6. Conclusión 56

Referencias 61

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1. Introducción

En 2013, la Biblioteca Nacional de España inauguró la exposición ‘La Transición en tinta china’; una recopilación de las viñetas políticas publicadas en las revistas satíricas y en la prensa diaria durante la Transición española a la democracia. La exposición no es un mero reflejo del humor político o satírico a través de las viñetas publicadas en aquella época, ya que los dibujantes también se mostraron comprometidos con la libertad y la democracia y sobre todo expresaron una opinión crítica hacia los gobernantes. De una y otra forma utilizaron sus recursos creativos para criticar y burlarse de los poderosos a la misma vez, porque el humor no sólo era una forma de rebeldía en dicho período, sino también una manera efectiva para conquistar al lector en tiempos revueltos1. El punto de interés en la luz de este trabajo se dirige precisamente a lo anteriormente dicho: investigar los recursos que empleaban los dibujantes en sus viñetas para transmitir su mensaje humorístico y crítico a la vez sobre un tópico o tema particular en un momento dado en la sociedad durante la Transición.

En relación a los estudios realizados sobre el humor gráfico en la Transición, según Segado Boj (2011: 15) hasta el día de hoy estos se han centrado sobre todo en las revistas satíricas y no tanto en las publicaciones en la prensa diaria. Por este motivo, el autor ha centrado varios de sus estudios (2009ª, 2009b, 2011, 2012) en el análisis de las viñetas publicadas en la prensa diaria en la Transición, un recorrido que abarca el período 1974-1977. El enfoque en las viñetas políticas publicadas en la prensa diaria tiene como ventaja sobre las que se se publicaron en las revistas satíricas que se aborda el humor desde un contenido ideológico que varíe según el periódico, y que los temas comentados están más cercanos a la actualidad (Segado Boj, 2011:15). Además, para que el contenido ideológico sea más diverso y no sólo concentrado en una perspectiva progresista –como en las revistas satíricas que circulaban en aquel período-, los estudios de Segado Boj incluyen un diario ultraderechista.

Otra autora que ha dedicado trabajos interesantes sobre las viñetas políticas publicadas en la prensa durante la Transición es Meléndez Malavé (2005, 2007). Ella, igual que Segado Boj, se ocupa de un análisis del humor gráfico en ese período desde una perspectiva periodística con el

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enfoque en un sólo periódico nacido en el período final de la Transición; El País (1976-1978). La autora combina el humor con el periodismo y proporciona unas observaciones interesantes sobre las opiniones de los dibujantes reflejadas en sus viñetas y los símbolos y personajes que utilizaban en su soporte y con una vinculación inherente al humor, tema sobre el que ofrece una taxonomía interesante que distingue entre varios tipos de humor que pueden estar presentes en las viñetas. No obstante, aunque ambos autores han aportado estudios interesantes e imprescindibles para entender el contexto cultural en que fueron publicadas las viñetas, sus análisis son mayormente descriptivos y cuantitativos y carecen de una perspectiva más analítica concentrada en la constitución del mensaje crítico y humorístico transmitido por los dibujantes, partiendo de la idea que un dibujante se compromete a un cierto punto de vista por lo que aporta argumentación.

En soporte de la idea que la viñeta política contiene una contribución argumentativa como si fuera una contribución de argumentación verbal, cito la siguiente definición de la viñeta política de Feteris (2012: 201):

Las viñetas políticas son un acto típico argumentativo dentro de un contexto institucional con el fin de someter (el comportamiento de) una figura pública o una situación política en concreto a una evaluación crítica, en la luz de determinadas normas (ideales) compartidas por el dibujante y sus lectores.

Esta definición que parte de una perspectiva pragmadialéctica, considera la viñeta política como un acto persuasivo en que el dibujante intenta convencer a su público de un punto de vista sobre (el comportamiento) de una figura pública o una situación política en concreto. Una característica importante de la argumentación presentada en la viñeta es que siempre es

indirecta, por lo que el dibujante expresa su mensaje de forma no-literal. Es el lector quien tiene

que decodificar la crítica, asumiendo que éste comparte los mismos conocimientos culturales que el creador de la viñeta. Para poder explicitar o reconstruir el punto de vista y la argumentación en soporte a que se compromete el dibujante, tenemos que sacar la información visual y verbal de la imagen, para poder reconstruirla en términos de punto de vista y argumentación compleja. Para ello, Feteris, Groarke y Plug (2011) han desarrollado un modelo de reconstrucción que nos permite analizar qué recursos ha empleado el dibujante para constituir su mensaje.

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La teoría pragmadialéctica no sólo es una herramienta para poder reconstruir el punto de vista y la argumentación en defensa, sino también nos permite evaluar si un cierto movimiento empleado por el dibujante de una viñeta política es razonable o no. Medhurst y Desousa (1981) fueron pioneros en estudiar la viñeta política en el ámbito de la argumentación y observaron que tiene una función principalmente retórica. La pragmadialéctica parte de la base que un participante de una discusión crítica –en el caso de las viñetas políticas el dibujante que intenta convencer a su público mediante un punto de vista y argumentación implícita en concreto- siempre persigue tanto objetivos dialécticos como retóricos. El proceso que combina estos dos objetivos de forma simultánea se llama maniobrar estratégicamente (Van Eemeren, 2012). El primer objetivo se concentra en la defensa de un punto de vista de forma razonable, mientras que el objetivo retórico está dirigido a convencer al público de la mejor forma posible. A veces, cuando el segundo objetivo lo gana de lo razonable, un participante puede cometer un movimiento incorrecto, llamado una falacia. Las falacias pueden exponerse en la forma de un ataque directo a la personalidad o la credibilidad de un oponente en vez de su contenido argumentativo por ejemplo. En caso ejemplar se trataría de un movimiento incorrecto, a saber de la falacia del argumento ad hominem. Que las falacias no sólo ocurren en el contexto de la argumentación verbal entre políticos (Hamacher, 2013), sino también en la argumentación visual y en particular en algunas viñetas políticas, ha sido observado por Segado Boj (2011:161), puesto que anota que el periódico El Alcázar no sólo emplea argumentos ad

hominem en sus viñetas, sino que su observación carece de una explicación analítica.

La definición de la viñeta política desde una perspectiva pragmadialéctica no recoge el aspecto de humor como elemento inherente a este medio. Sin embargo, no sólo es un

elemento sine qua non para las viñetas políticas, también está directamente vinculado con los objetivos retóricos que tiene en cuenta el dibujante para convencer a sus lectores. Las viñetas con frecuencia se basan en un contraste entre una situación normal y algo ‘incongruente’ que percibimos como un conjunto cómico. Cuando este proceso se constituye mediante la

interacción entre los elementos visuales y textuales, se habla de humor multimodal. La información en la viñeta multimodal no es siempre tan fácil de decodificar, con lo cual Tsakona (2009) propone un análisis de humor en este medio mediante el paradigma de la Teoría General para el Humor Verbal. En ello, se basa en un listado de recursos y

mecanismos que emplea el dibujante para transmitir su mensaje humorístico, partiendo de la base que la incongruencia que evoca el humor siempre se deriva de una interacción entre dos guiones opuestos (normal/anormal por ejemplo). Desde una perspectiva meramente cognitiva,

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Marín Arrese (2008), Sani et al (2012) y Mwetulundila & Kangira (2015) han aportado estudios interesantes sobre el empleo de teorías de humor y la retórica en las viñetas políticas, aunque en la luz de este estudio, el modelo analítico aplicado la viñeta multimodal (Tsakona 2009) nos viene de mayor ayuda. No obstante, se ha de anotar que ningún autor ha recogido la teoría de argumentación en sus análisis.

En el primer párrafo de esta parte introductoria ya se ha planteado una descripción general del tópico de interés para este estudio. Tras haber dado una introducción explicativa, se puede especificar el tema de investigación de forma siguiente: este trabajo se ocupará de hacer un análisis de las maniobras estratégicas que han empleado los dibujantes para transmitir su mensaje crítico y humorístico en las viñetas multimodales publicadas en la prensa diaria durante la Transición. Este trabajo es novedoso, porque no sólo fusiona los aspectos de argumentación, humor y multimodalidad en la viñetas políticas que reflejan ciertos acontecimientos desde diferentes perspectivas ideológicas, sino que también es

complementario a los estudios existentes: aunque ya sean muy elaborados los trabajos de Segado Boj y Meléndez Malavé, este trabajo complementa la carencia analítica

argumentativa; en cambio, el modelo pragmadialéctico a su vez está diseñado especialmente para el análisis del punto de vista y la argumentación indirecta en las viñetas políticas, pero hasta el día de hoy no se ha aplicado tomando en cuenta un período y contexto determinado, a base de restricciones ideológicas y legales que puedan perturbar la libre elección de recursos por parte del dibujante; por último, los diversos estudios que cubren el humor en las viñetas todavía no han incluido el aspecto argumentativo en sus análisis, cosa que este trabajo sí que tendrá en cuenta.

El desarrollo de la parte analítica de este trabajo seguirá al orden cronológico y el contexto cultural proporcionado por Segado Boj (2011). El contexto cultural que abarca el período 1974-1977 no sólo contribuye a una satifecha comprensión e interpretación de los

acontecimientos reflejados en las viñetas seleccionadas, sino también ofrece una excelente organización de las viñetas por acontecimiento, fecha de publicación y fuente de publicación. Finalmente, tampoco ha dejado de enfatizar las restricciones que conllevaban las condiciones impuestas por la Ley de la prensa e imprenta de 1966 para la libre publicación de las viñetas en la prensa, un tema importante que se tratará más adelante en el presente trabajo. Igual que Segado Boj, estudiamos las viñetas seleccionadas de los diarios: Ya, La Vanguardia, ABC, El

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realizará un análisis principalmente desde la perspectiva pragmadialéctica. Los periódicos se definen por las siguientes características (Segado Boj, 2011: 16)

- Ya: defensor de la democracia cristiana y solidario con el gobierno de turno. El

dibujante más importante era Dátile.

- La Vanguardia: diario con la mayor difusión y con posturas al autonomismo,

protagonizado por El Perich.

- ABC: diario madrileño, defensor de la monarquía y bastante conservador. Mingote

es el dibujante protagonista y es partidario de la democracia y la convivencia entre todos los españoles.

- El Alcázar: prensa falangista y ultraderechista. El dibujante titular era Fandiño. - Informaciones: el diario más progresista antes del nacimiento de El País en 1976.

Forges es el que protagonizaba sus páginas.

A base de lo anterior expuesto, a continuación se presenta el planteamiento central:

¿Cómo se manifiestan las maniobras estratégicas empleadas por los dibujantes en los diarios Ya, ABC, La Vanguardia, El Alcázar e Informaciones en sus viñetas multimodales políticas publicadas durante la Transición española en el período 1974-1977?

En este trabajo comparativo dentro de un período determinado y marcado por una ley censurista, esperamos hallar unas observaciones interesantes. En primer lugar quiero reiterar que Segado Boj ya ha observado que el diario ultraderechista El Alcázar empleó argumentos

ad hominem a menudo para descalificar el oponente ideológico (2011:161). Vía esta

investigación queremos comprobar si el diario efectivamente emplea tal falacia, en qué grado y mediante qué tipo de argumentación. Por otro lado, a causa de las restricciones impuestas por la Ley de prensa e imprenta, esperamos encontrar mensajes muy indirectos que son difíciles de decodificar. Además, de acuerdo con las observaciones de Meléndez Malave (2007) y Segado Boj (2011) se espera hallar pocas representaciones de figuras públicas identificables, con excepción de algunos casos. Por último, esperamos encontrar una tendencia en el estilo de los diarios en cuanto a la creación del efecto humorístico y los recursos que emplean en su efecto, aunque aquí se debe tomar en cuenta el posible cambio de dibujante protagonista.

Para llegar a una respuesta satisfactoria a este planteamiento, antes de presentar el análisis de las viñetas, trateremos primero la literatura más relevante. La literatura pertinente abarcará los

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aspectos más relevantes para este estudio, que serán divididos en tres capítulos teóricos. En el segúndo capítulo de este trabajo se abordará el tema de la argumentación en la viñeta política; en el primer párrafo primero se dará una definición detallada del concepto de la viñeta política, tras lo cual en el segundo párrafo se dará una explicación sobre la argumentación en las viñetas con especial enfoque en el funcionamiento de la metáfora visual. El tercer capítulo se centrará en la descripción de la teoría pragmadialéctica aplicada a la viñeta política. Los párrafos subsiguientes se enfocarán en las maniobras estratégicas; en primer lugar se especificará la diferencia entre los movimientos razonables y falaces, tras lo cual se presentará el modelo de reconstrucción para explicitar el punto de vista y la argumentación indirecta a que se compromete el dibujante. En el cuarto y último capítulo previo al análisis de las viñetas se abordará el humor y la multimodalidad en las viñetas políticas. El primer párrafo sobre todo consiste en dar una definición de la viñeta multimodal y la interacción entre los elementos textuales y visuales en función de activar el efecto humorístico. Se hará sobre todo hincapié en la aplicación de la TGHV (La Teoría General para el Humor Verbal) para el análisis de humor en las viñetas. El segundo párrafo de este capítulo es más conciso y expondrá las demás teorías relevantes que tratan el humor en las viñetas desde una perspectiva cognitiva. En el quinto capítulo se realizará el análisis del corpus que consiste en veinte viñetas seleccionadas de los diarios mencionados arriba. Después de dar una introducción sobre el contexto legal – a saber, la Ley de la prensa e imprenta de 1966 –, se dividirá la parte del análisis en dos sub-párrafos: la primera parte abarcará el período del programa reformista introducido en 1974 y la segunda parte arrancará con la llegada del gobierno de Suárez hasta las elecciones generales en 1977. En el párrafo 5.3 se comentarán los resultados. Finalmente, en el sexto capítulo se expondrá la conclusión.

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2. La argumentación y la viñeta política

En la introducción ya se ha proporcionado una concisa definición de la viñeta política. En el primer párrafo de este segundo capítulo se aspira a una definición más detallada, para que se entienda mejor el medio sobre el que se ocupa este trabajo. Inherente a la viñeta, y elemento núcleo de ella, es la argumentación indirecta y principalmente visual que más adelante se analizará. Por lo tanto, el segundo párrafo se concentrará en la argumentación visual en las viñetas con especial énfasis en un elemento visual recurrente en este medio: la metáfora visual.

2.1 Una definición de la viñeta política

Como acabamos de mencionar, se arranca este primer párrafo con una descripción detallada de la viñeta política que formará el punto de salida para este trabajo.

En primer lugar, los autores Schilperoord y Maes (2009: 215) definen la viñeta política como “un dibujo cómico que contiene un mensaje social o político en que se critica un evento socio-político o un comportamiento de una figura pública”.

Si recogemos esta descripción como referencia base, podemos resumir que las viñetas políticas tienen en común que transmiten un mensaje humorístico y que representan un punto de vista crítico hacia una situación socio-política, o ante un comportamiento de una figura pública.

El Refaie (2009: 175) a su vez propone una descripción más extensiva de la viñeta política:

Una viñeta es un dibujo, normalmente en singular, publicado en una revista o un periódico. Generalmente, el objetivo de la viñeta política es la representación de un aspecto social, cultural o político de una manera representativa de la realidad y de una manera llamativa, original y humorística.

La autora extiende esta descripción detalladamente y de forma siguiente (2009: 175):

1. Las viñetas tienen una función descriptiva y se caracterizan por sus alusiones y referencias a situaciones políticas o a una figura pública en concreto.

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2. Puesto que retratan eventos actuales, el conocimiento cultural es necesario para que se produzca una interpretación satisfactoria.

3. Eventos recientes se combinan con un mundo imaginario de tal modo que las viñetas formen un puente entre la realidad y la ficción. El proceso metafórico de la transmisión entre la realidad y la ficción se produce principalmente de forma visual.

4. Las viñetas tienen una naturaleza satírica. Se caracterizan por la representación de caricaturas en que se parodia un individuo.

5. Las viñetas ejemplifican perspectivas críticas sobre eventos actuales.

6. La metáfora es un dispositivo recurrente en las viñetas políticas.

Tras haber expuesto una definición más amplia, podemos deducir que la viñeta política expresa una opinión crítica hacia un evento socio- político o una figura pública de forma creativa y humorística. La autora añade con el sexto y último punto de la lista que la metáfora es un instrumento recurrente en las viñetas; en el párrafo 2.2 se explicará más sobre este fenómeno.

El hecho de que los dibujantes de una viñeta política quieran transmitir un punto de vista crítico, plantea la cuestión de cómo se produce esta crítica. En mi opinión, la teoría pragmadialéctica proporciona un modelo de reconstrucción que es apto para la explicitación del punto de vista y la argumentación en defensa. En concreto, este punto de vista se funda mediante argumentación

implícita como contribución a una discusión crítica (Feteris, Groarke & Plug, 2011: 60). Esta

observación se aclarará en el capítulo 3.

Con respecto a la función de la viñeta política, me gustaría comentar una observación hecha por Medhurst & Desousa, que enfatizan su función persuasiva, o bien su lado retórico, que es imprescindible tomar en cuenta al analizar el punto de vista y la argumentación en su defensa (1981: 198). Por esta razón, los autores han realizado una taxonomía de los elementos retóricos (que se abordarán en el párrafo 3.3) que ocurren en las viñetas políticas. Esta taxonomía es una herramienta útil para la reconstrucción del punto de vista y la argumentación a los que se compromete el dibujante.

Tras haber aportado varias observaciones sobre las características principales de las viñetas políticas, podemos distinguir los siguientes rasgos comunes: los dibujantes de las viñetas políticas critican el comportamiento de una figura pública o una situación socio-política a través

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de un punto de vista fundado con argumentación implícita. Relativo a su función retórica, la creación de un efecto humorístico es inherente a la transmisión del mensaje crítico.

2.2 La argumentación visual en las viñetas políticas

En el párrafo anterior hemos proporcionado una descripción amplia de las características generales de la viñeta política. Una de las observaciones principales ha sido que el dibujante de una viñeta política expresa un punto de vista crítico fundado argumentación implícita. En este párrafo se expondrá por qué es conveniente basarse en la teoría pragmadialectica para el análisis de la argumentación visual de la viñeta política y qué principios se deben tomar en cuenta para su interpretación. Se concluirá este párrafo con una explicación sobre el funcionamiento de la metáfora visual en las viñetas políticas.

Groarke (2002: 137) observa que la teoría pragmadialéctica es la adecuada para la explicitación de argumentación visual, ya que toma en cuenta los actos indirectos/implícitos y proporciona un encuadre que se ajusta fácilmente a las imágenes visuales. Añade que la argumentación visual se debe considerar con el mismo valor que la argumentación verbal y por lo tanto se aplican las reglas de la pragmadialéctica de la misma manera.

La pragmadialéctica describe que la argumentación sirve para hacer un intento razonable para resolver un desacuerdo sobre un punto de vista en una discusión crítica. En defensa de este punto de vista se aporta argumentación individual y según Groarke, no hay duda de que las imágenes visuales también puedan contribuir a una discusión crítica (2002:138). Para ilustrar este hecho, Groarke aporta varios ejemplos de caricaturas políticas y observa que esas imágenes contienen una metáfora visual. Sobre su funcionamiento explica Groarke que la metáfora es una afirmación sobre algo y lo retrata con algo más, atribuyéndole síntomas que pertenecen a otra entidad (2002:140).

Además, sugiere que este tipo de imágenes desempeñan un papel importante en la argumentación, y que pueden ser interpretadas de acuerdo con los principios de la prágmadialectica, que nos permite evaluar las contribuciones visuales a la argumentación a base de un punto de vista argumentativo (2002:141).

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Uno de estos principios que se deben tomar en consideración al interpretar la argumentación visual, es que la imagen tiene que ser comprensible. Esto significa que las imágenes que son absurdas o contradictorias deben ser entendidas en un sentido no-literal para que sea una contribución comprensible a la discusión crítica. El segundo principio especifica que la argumentación tiene que ser interpretada de la manera más relevante posible. Esto quiere decir que la interpretación tiene que “tener sentido”. El tercer y último principio explicita que las imágenes deben ser interpretadas de forma que adquieran sentido a un punto de vista que encaje en un contexto social, crítico, político u otro contexto por determinar (Groarke, 2002:142).

En el siguiente capítulo serán explicadas las normas de la teoría pragmadialéctica con más detalle. Antes que nada como rasgo recurrente de la argumentación visual y como elemento de la estructura de argumentación que se implementará para el análisis de las viñetas políticas, es importante profundizar el funcionamiento de la metáfora visual. Como hemos indicado, Groarke explica que la metáfora visual compara una entidad con otra, atribuyéndole síntomas comunes (2002:140). Schilperoord & Maes dan una explicación más detallada acerca de la metáfora visual. La describen como una figura retórica en la que una entidad (un objeto Y) se conceptualiza en otra (el dominio X). Para que se comprenda esto, se ha de hacer el reconocimiento de, y el vínculo entre, el objeto y el dominio. Los autores además anotan que en cuanto a la función que desempeñan en las viñetas políticas, la metáfora se emplea para expresar una forma de crítica (negativa) hacia un tópico. Sin embargo, como el público espera encontrar algún punto de vista crítico, es muy probable que la interpretación concuerde con la intención del dibujante (2009:216-2017).

Viendo de qué modo la metáfora puede ser empleada en las viñetas para establecer la relación entre X y Y, los autores distinguen algunas formas de representación diferentes: sustitución (la representación de un dominio solo), fusión (la integración de dos dominios) y yuxtaposición (dos dominios opuestos). Estas formas de representación nos ayudan a establecer la X y la Y y más adelante demostraremos cómo se integran estos dominios en el modelo de reconstrucción.

Schilperoord & Maes también hacen mención a la metáfora visual en las viñetas políticas. En primer lugar dicen que la metáfora visual desempeña una función persuasiva y que su efecto persuasivo depende de la estrategia retórica tomada por el dibujante, que depende de la elección del dominio X. En segundo lugar, observan que la metáfora se encuentra con frecuencia en las viñetas multimodales, es decir cuando hay una interacción entre aspectos textuales y visuales

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que activan la metáfora. Sin embargo, los autores enfatizan que dar una definición del concepto ‘multimodal’ no es tan sencilla, porque la función de los elementos lingüísticos y visuales puede variar según la viñeta en que aparezcan (2009:236-237). En el capítulo 4 se profundizará el concepto de la multimodalidad en las viñetas políticas.

3. La pragmadialéctica: maniobrar estratégicamente

Este capítulo abarca la mayor parte teórica de este estudio y profundizará la perspectiva pragmadialéctica aplicada a las viñetas políticas con el fin de explicar en qué constituyen las maniobras estratégicas empleadas por el dibujante. A continuación, en el primer párrafo de este capítulo se explica la teoría pragmadialéctica y cómo se aplica a la viñeta política como contribución argumentativa a una discusión crítica. A partir de ahí, el segundo y tercer párrafo se concentran en el tratamiento de lo que se entiende por el concepto de maniobrar estratégicamente en las viñetas políticas. En primer lugar, se dará una descripción del concepto a base de que se explicará la distinción entre movimientos razonables y falaces. Finalmente, se abordarán los tres aspectos claves para las maniobras estratégicas y se presentará el modelo de reconstrucción no sólo como herramienta para analizar las elecciones estratégicas por parte del dibujante, sino también para explicitar el punto de vista y la argumentación indirecta a que se compromete.

3.1 La teoría pragmadialéctica aplicada a las viñetas políticas

Previo al desarrollo de este párrafo, es importante resaltar que la argumentación surja principalmente como respuesta ante una diferencia de opinión real o imaginaria (Van Eemeren, 2012: 22). Tal desacuerdo o diferencia de opinión puede referirse a un sólo punto de vista o múltiples puntos de vista en que dos o varios participantes pueden estar involucrados. En concreto y con referencia a las viñetas publicadas durante la Transición en España en los cinco periódicos sobre los que se centra este trabajo, los dibujantes con sus imágenes reflejan los mismos acontecimientos socio-políticos, pero manifiestan distintos puntos de vista sobre ellos según las ideologías que representen y esto hace que se produzca un desacuerdo entre ellos.

En primer lugar e igual que en un debate político, los dibujantes de viñetas políticas tienen que ver con un público heterógamo; por un lado dirigen la argumentación contra un oponente

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político y por otro lado tienen que convencer a los lectores del periódico en que se publican las viñetas. Sin embargo, aunque la presentación de la argumentación de los dibujantes esté dirigida a criticar el oponente político, el primer objetivo es la aprobación del lector y esto influye la presentación de la argumentación en defensa del punto de vista (Hamacher, 2013: 10).

La argumentación en defensa del punto de vista y las posibles dudas y objeciones que puedan surgir como consecuencia, se pueden coordinar a través de una estructura de argumentación. Van Eemeren (2012: 25) distingue cuatro características principales de la argumentación: es un acto comunicativo que se produce de forma verbal o no verbal, es un acto interactivo que forma parte de un diálogo explícito o implícito, implica una cierta responsabilidad -es decir que siempre hay un actor que se compromete a la argumentación- y por último está la sensatez, que quiere decir que los participantes de una discusión parten de la idea que comparten ciertos criterios estándares. En resumen, Van Eemeren define la argumentación de forma siguiente (2012: 26):

La argumentación es un complejo acto comunicativo e interaccionar, dirigido a la resolución de una diferencia de opinión ante un juez razonable, en que se propone una constelación de razones de las que el argumentador puede considerarse responsable, para justificar la aceptabilidad del (de los) punto(s) de vista en cuestión.

Van Eemeren estudia la argumentación a través del molde pragmadialéctico, que considera la argumentación como elemento de una discusión crítica con el objetivo de resolver un descuerdo. Analíticamente, la discusión crítica distingue cuatro etapas para resolver la diferencia de opinión. Primero está la etapa de confrontación en donde se plantea que existe un desacuerdo. Después se abre la etapa de apertura en que los protagonistas y antagonistas del punto de vista establecen los criterios estándares comunes y en que puedan hacer las concesiones necesarias. En la tercera fase, la etapa de argumentación, se evaluará si la argumentación del protagonista es sostenible a base de las dudas y la crítica del antagonista y en la cuarta y conclusiva etapa se establece si el desacuerdo se ha solucionado o no (2012: 29).

Idealmente y desde una perspectiva dialéctica, las etapas de la discusión crítica sirven para llegar a una razonable solución del desacuerdo, sino que en la práctica en que los actos con frecuencia se realizan implícitamente, hay varios factores que pueden interferir con este proceso.

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Para precisar, los factores que pueden influir la razonable solución de un desacuerdo son sujetos a la retórica. Aristóteles era el primer filósofo que habló de falacias, movimientos incorrectos que ocurren durante la defensa de un punto de vista (Van Eemeren, 2012: 31). Para evaluar si un movimiento es correcto o no, se debe hacer un análisis incorporando una teoría normativa y para ello sirve la normativa pragmadialéctica plenamente (Van Eemeren, 2012: 32). A saber, el modelo pragmadialéctico para una discusión crítica distingue unas normas que tienen que ser tomadas en consideración para llegar a una razonable solución de una diferencia de opinión y en observar que (una de) estas son violadas, se habla de un movimiento incorrecto o falaz (Van Eemeren, 2012: 34).

Los movimientos falaces ocurren cuando un participante en una discusión crítica le concede más importancia a resolver el desacuerdo con el mejor resultado posible en vez de resolverlo de manera razonable, por lo que la argumentación está diseñada para lograr este objetivo (Van Eemeren, 2012: 38).

3.2 Maniobrar estratégicamente: movimientos razonables y falaces

Cuando los objetivos dialécticos y retóricos son perseguidos simultáneamente se habla de

maniobras estratégicas. Los tres aspectos que están vinculados a las maniobras estratégicas

son: la elección del tópico, la adaptación al público y el diseño de la presentación (Van Eemeren, 2012: 38). Correspondiente a las diferentes etapas y las normas del discurso verbal dialéctico, analógicamente se implementa una estrategia retórica, que idealmente no viole las reglas establecidas por la dialéctica, aunque pueden ‘descarrilar’ cuando el objetivo retórico el perturba el equilibrio entre ambos objetivos. En estos casos, un movimiento estratégico se convierte en una falacia; estos movimientos parecen cumplir con las reglas de la discusión crítica, pero en realidad no lo hacen (Van Eemeren, 2012: 41). Por esta razón y partiendo de la base que el objetivo dialéctico de una discusión crítica es llegar a una razonable resolución del desacuerdo, Van Eemeren hace hincapié en la importancia de la distinción entre movimientos falaces y movimientos no falaces (Van Eemeren, 2012: 42).

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Entonces, las falacias ocurren cuando se violan las reglas de una discusión crítica2. Las falacias pueden ocurrir por consecuencia de una violación de (una de) las reglas que corresponden a un comportamiento razonable (en la etapa de confrontación) o pueden manifestarse durante la defensa del punto de vista, violando una de las normas relacionadas con el uso correcto de un esquema de argumentación (Van Eemeren, 2012: 90).

Uno de los movimientos estratégicos falaces sobre el que quiero hacer hincapié, es el argumento

ad hominem, una falacia que ocurre en la etapa de confrontación. Razón por la que abordo esta

falacia en particular, es porque –como se ha mencionado anteriormente en la introducción- el autor Segado Boj con que el periódico ultraderechista El Alcázar emplea este tipo de argumento para recriminar y atacar a sus oponentes políticos los reformistas demócratas (2011: 164).

Cuando la argumentación de un participante de una discusión está dirigida a una desacreditación personal en lugar de una descalificación del contenido del punto de vista opuesto, se trata de una falacia con el nombre latín ad hominem. Los 3 variantes de esta falacia son: 1.el abusivo: un ataque directo al carácter de oponente por ser malo o falso. 2. El

circunstancial: un ataque indirecto en que los motivos del oponente están marcados como

sospechosos. 3. Tu quoque: una desacreditación de la credibilidad del oponente porque existe una inconsistencia entre sus palabras y actos. Sobre el primer variante, el abusivo, anota Hamacher que se queda muchas veces sin salir a la luz. Esto se debe al paralelismo con su complemento razonable, que ocurre cuando el punto de vista es una reacción crítica al carácter del oponente o cuando se trata de una reacción crítica al oponente quien se presenta dudosamente como autoridad en su propia argumentación (2013:23). El tercer variante del ad

hominem consiste en que alguien que sea inconsistente, no debe ser tomado en serio como

participante en la discusión crítica (Hamacher, 2013: 23). Sin embargo, aquí también notamos que sólo se trata de una falacia cuando se detecta una inconsistencia con un punto de vista que no esté directamente relacionado con el tema de discusión en cuestión. En cambio, cuando se manifiesta una inconsistencia entre un punto de vista y los argumentos en su defensa en la misma discusión y cuando ocurre en la fase de argumentación, se trata de un movimiento razonable (Van Eemeren & Snoeck Henkemans, 2006: 93).

2 No se profundiza el tema de las reglas para una discusión crítica, ya que no es relevante para el objetivo de este

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Hay otro tipo de argumentación que no se suele emplear en las viñetas políticas (se basa en argumentación sintomática y de analogía), sino que según Hamacher aparece con frecuencia en la argumentación política de forma falaz (2013: 25). Se trata aquí de un esquema argumentativo basado en una relación causal incorrecta -llamada la falacia del ‘slippery slope’-, por sugerir que una cosa tendrá consecuencias negativas sin que esté basada en una fundación legítima. Sin embargo, esta falacia también tiene su variante razonable, a saber, cuando un punto de vista se funda a base de argumentación evaluativa dirigida a las consecuencias inapropiadas de una medida por ejemplo. Ambas variantes se manifiestan en la fase de argumentación (Hamacher, 2013: 26).

3.3 Maniobrar estratégicamente: el modelo de reconstrucción

Como se ha mencionado en el párrafo anterior, las maniobras estratégicas dependen de los siguientes tres factores: la elección del topos, la adaptación al público y el diseño de la presentación. Con respecto al primer aspecto, Feteris, Groarke & Plug observan que los dibujantes de las viñetas políticas transmiten su mensaje partiendo de la base que comparten los mismos conocimientos culturales que su público (2011:59). En la conceptualización del mensaje, hacen referencia a un bien cultural común –puede ser una situación, una alegoría, un evento conocido, una figura mítica, etcétera- llamado el topos. Medhurst & Desousa (1981: 90) añaden que la elección del topos es importante porque determina el efecto persuasivo que el dibujante quiere transmitir a su público. Como se ha mencionado en el sub-párrafo anterior, el público al que se dirige un dibujante de una viñeta política, el segundo aspecto de las maniobras estratégicas, es heterógamo; el dibujante por un lado dirige su mensaje en función de un desacuerdo con un oponente político y por otro lado se dirige a sus lectores. Aunque la argumentación se presente en defensa de un punto de vista crítico en una discusión, el objetivo principal es la persuasión del público y esto influye la selección de los medios retóricos por el dibujante. Aquí cabe mencionar que, aunque el público no tenga conocimientos previos sobre la argumentación razonable y falaz, se ha comprobado que el lector es capaz de distinguir entre uno y otro (Hamacher, 2013: 10-11). El tercer aspecto relacionado con las maniobras estratégicas es la organización de la presentación. El diseño de los elementos visuales y/o textuales más básicos que un dibujante puede aplicar es el contraste, lo que pone de lado a lado dos ideas o ideologías diferentes. El lector está invitado para elegir entre el uno o el otro. Más

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frecuentes son las composiciones de comentario y contradicción. El primero es la elección más segura, ya que representa simplemente información sobre un hecho o situación política, mientras que el segundo supone un contraste contradictorio que condena directamente a una figura pública por su comportamiento, porque existe una contradicción entre sus palabras y sus actos (Medhurst & Desousa, 1981: 205-207).

Dentro del paradigma pragmadialéctico, Feteris et al (2011: 63) han desarrollado un modelo de reconstrucción para la argumentación en las viñetas políticas que nos permite analizar las maniobras estratégicas realizadas en este tipo de imágenes: el modelo explicita el punto de vista y los argumentos a los que el dibujante se compromete y la selección de los topoi para la conceptualización del mensaje crítico. En concreto, la estructura de argumentación reconstruida corresponde con la parte dialéctica de la maniobra estratégica y las herramientas que han sido empleadas para explicitar los argumentos corresponden con la parte retórica. El modelo está también diseñado para reconstruir la metáfora visual si esta está forma parte de la argumentación. El modelo se basa primeramente en un esquema de argumentación sintomática (X tiene el rasgo Y), que eventualmente se funda con argumentos subordinados que hacen referencia a una analogía representada por la metáfora visual (X es como Z que tiene el mismo rasgo Y).

Aquí abajo se expone el modelo de reconstrucción propuesto por Feteris et al a base de una argumentación con y sin metáfora visual, ya que -aunque es un elemento recurrente- no necesariamente tenga que estar presente en una viñeta política. Cabe además mencionar que el modelo está definido a base de un contexto institucional definido por los autores mencionados. Ellos sostienen que el punto de vista representada en la viñeta política es sujeta a una opinión

negativa respecto al hecho criticado (Feteris et al, 2011: 61). Por este hecho, el punto de vista

en la plantilla está basado en esta presuposición, que sin prejuicio y sin que ocurra lo contrario, se utilizará para el análisis en este trabajo.

1. El comportamiento X de político P en situación S debe ser evaluado negativamente

1.1ª El comportamiento X de político P tiene las características Y1, Y2, etc. 1.1ª.1ª el comportamiento X de P es como Z

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1.1ª.1b Z tiene las características Y1, Y2 etc.

1.1b Las características Y1, Y2 etc. del comportamiento X de político P en Situación S deben ser evaluadas negativamente

1.1b.1 Las características Y1, Y2 etc. entran en conflicto con el punto de Salida en común

Diagrama 1: estructura de argumentación con metáfora visual

1. El comportamiento X de político P en situación S debe ser evaluado negativamente

1.1ª El comportamiento X de político P tiene las características Y1, Y2, etc.

1.1b Las características Y1, Y2 etc. del comportamiento X de político P en situación S deben ser evaluadas negativamente

1.1b.1 Las características Y1, Y2 etc. entran en conflicto con el punto de Salida en común

Diagrama 2: estructura de argumentación sin metáfora visual

4.

La viñeta multimodal y el humor

Este último capítulo previo al análisis tratará el tema de humor en las viñetas políticas multimodales, un aspecto –que hemos estipulado anteriormente- indivisiblemente vinculado a este medio. Como la parte analítica se enfocará en una selección de viñetas con carácter multimodal, se tratará el humor partiendo de la idea que se constituye mediante la interacción de tanto los elementos textuales como los visuales en la viñeta. Por lo tanto, el primer párrafo se centrará únicamente en el estudio de Tsakona (2009), que no sólo explica el concepto de la viñeta multimodal, sino también explica el funcionamiento de la Teoría General del Humor

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Verbal en su aplicación a las viñetas políticas. En el segundo párrafo, que será más sucinto, de este capítulo se abordarán las demás teorías sobre la creación del efecto humorístico en las viñetas políticas desde una perspectiva cognitiva.

4.1 La multimodalidad y el análisis de humor a través de la TGHV

Este párrafo combinará el tema de humor con el de la viñeta política multimodal. Como se ha mencionado anteriormente, Schilperoord & Maes han indicado que aunque es cierto que la viñeta política consista tanto en elementos lingüísticos como visuales, no es tan sencillo definir el concepto de la viñeta multimodal. Para dar una definición satisfactoria, nos basaremos principalmente en el artículo de Tsakona (2009), quien no sólo trata de la multimodalidad como concepto aislado, sino como una herramienta necesaria para constituir el humor en las viñetas.

A continuación se dará primero una definición del humor gráfico, seguido por lo que se entiende por las viñetas multimodales. Meléndez Malave en su tesis doctoral proporciona la siguiente definición sobre el primer concepto (2011: 117):

El humor gráfico es una representación de situaciones sociales conocidas

mediante la combinación de un código icónico y un código verbal que traslada implícitamente reflexiones u opiniones a través de técnicas ingeniosas de condensación de ideas y rupturas de sentido.

Aparte de proporcionar una definición específica para el humor gráfico en la prensa, Meléndez Malave propone un análisis taxonómico a base de las diferentes conceptualizaciones de humor en las viñetas políticas en la prensa. Esta taxonomía distingue dos variantes, por la autora denominados como humor puro y humor crítico (2011:127). El primer variante tiene una función lúdica y entretenedora. En este caso, la representación de la imagen muchas veces no tiene nada que ver con la realidad por lo que se basa en un concepto surrealista y absurdo. El segundo variante, interesante en el ámbito de este estudio, es más cercano a la realidad, puesto que da una impresión de ella haciendo referencia a alusiones culturales mediante la sátira y el humor político.

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Tsakona (2009: 1172) hace hincapié en que el humor es un elemento clave de la viñeta política y que el efecto humorístico y en el caso de la viñeta multimodal se crea a través de una interacción entre los elementos textuales y visuales. Tsakona explica que la forma en que está conceptualizado el mensaje puede ser complicado y por ello no tan fácil de decodificar. Para un análisis del humor en las viñetas, Tsakona aplica la Teoría General de Humor Verbal, que se basa en una perspectiva cognitiva de la interpretación del mensaje como una conceptualización de dos guiones opuestos en que un guion representa el conocimiento o sentido común del público (2009: 1172). Las unidades básicas del TGHV son el “punch line” y el “jab line”3. Aunque ambas entidades representan dos guiones opuestos, su función difiere:

donde el primero causa un efecto de sorpresa, el segundo está íntegramente en el texto sin que haya una disrupción. Ambas entidades pueden ser analizadas a través de las siguientes seis

recursos de conocimientos (Tsakona, 2009: 1173):

1) Oposición de guion, requerimiento necesario para la expresión del humor: el texto humorístico puede ser íntegramente o parcialmente compatible con el solapamiento de los guiones opuestos, que ofrecen la información semántica sobre los conocimientos culturales del lector a base de las siguientes situaciones: actual/no-actual, normal/anormal, posible/imposible;

2) El mecanismo lógico, que representa la lógica distorsionada o incongruente que causa la oposición del guion, a través de los siguientes dispositivos: analogía, exageración, yuxtaposición, estulticia, inversión de papeles, etc.;

3) La situación, incluyendo los objetos, participantes, actividades, etcétera presentados; 4) El objeto destinatario, que involucran las personas o grupos incriminados con el humor; 5) La estrategia narrativa: el acto de habla, p.ej. la viñeta política editorial;

6) El lenguaje, que constituye la formulación exacta de palabra y el posicionamiento de los elementos y el “punch line” en el caso de texto.

Tsakona observa que el punch line y el jab line dependen del valor y de la combinación de (uno o más de) los recursos arriba expuestos. Además, los recursos ofrecen información sobre paralelismos y/o diferencias entre chistes y textos humorísticos en general (2009: 1173).

3 Punch line: las palabras al final de un chiste o historia que crean un efecto chistoso, sorprendente

(incongruente), etc. (http://www.merriam-webster.com/dictionary/punch%20line). Un jab line puede aparecerse en cualquier posición del texto (https://en.wikipedia.org/wiki/Punch_line).

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El análisis de humor es un desafío cuando hay una interacción entre los elementos visuales y textuales y cuando a la misma vez aparecen más de dos guiones opuestos en función de la creación del efecto humorístico, lo que ocurre por ejemplo con las metáforas visuales muchas veces son acompañadas por un ‘punch line’ o ‘jab line’, un juego de palabras, o una expresión fija. Tsakona observa que la interacción entre elementos visuales y textuales tiene lugar cuando los mecanismos lógicos de exageración (complementación aumentativa de las entidades) y

contradicción (incongruencia entre texto e imagen) son activados. Es en el último mecanismo

donde la incongruencia causa el efecto humorístico (2009: 1177).

El mecanismo que según Tsakona ocurre con mucha regularidad como acompañante del humor verbal, es la metáfora visual a que se adquiere la categoría ‘analogía’. En respuesta a la pregunta de cómo se relaciona este mecanismo al humor, el autor dice que cuando se combinan los elementos textuales y visuales en un contexto específico causando un efecto inesperado e incongruente, simultáneamente crean un efecto humorístico. En concreto, una figura pública puede ser comparada con una figura mítica o un bien común cultural junto a un globo textual que resulta incongruente con el guion conocido, para que haya una contradicción entre palabras y acciones (2009:1180). No obstante, es importante mencionar que en una viñeta puede haber varios guiones opuestos que se complementan para crear el efecto humorístico. Esto ocurre por ejemplo cuando una situación socio-política actual está criticada por varias razones, mediante una variedad de elementos lingüísticos y visuales que constituyen más de dos guiones opuestos. Por esta razón, la decodificación de las capas en la transmisión del mensaje no resulta tan fácil y por la misma razón diferentes lectores pueden llegar a diferentes interpretaciones. Por esta razón añade que la comprensión (“textual and visual literacy”) del público es de gran importancia para decodificar e interpretar el mensaje de la forma deseada (Tsakona, 2009: 1183).

4.2 El humor en las viñetas políticas desde una perspectiva cognitiva

Marín Arrese en su estudio cognitivo sobre el humor en las viñetas políticas, propone un modelo de análisis (‘the blending model’) parecido al listado de recursos propuesto por Tsakona, aunque ella por su parte se basa en unos componentes básicos que contribuyen a una

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interpretación satisfactoria del humor en la viñeta política: la reconstrucción de la representación de los guiones, la detestación de la incongruencia mediante pistas lingüísticas

y/o visuales en que se –en el caso de texto- halla el ‘punch line’ y la resolución de la

incongruencia que va en contra de las expectativas. Además añade que hay un cuarto aspecto inherente al proceso de humor, a saber la intención e involucración emocional por parte del dibujante y lector en transmitir y percibir los mensajes complicados relativos a temas socio-políticos (2008: s.p.). En concreto, en primer lugar puede aparecer un escenario familiar en que aparece un elemento incongruente que da lugar a otro escenario nuevo. El choque entre ambos escenarios y las incongruencias que desprenden de ellos provocan el efecto humorístico. Por último, el efecto humorístico también se realiza a través de la implicatura emocional que tanto el dibujante como el lector comparten.

Tanto los autores Sani et al. (2012: 154), como Mwetulundila & Kangira (2015: 64) añaden que existen unos moldes de humor que pueden ser aplicados para crear el efecto humorístico en las viñetas políticas. En concreto, un dibujante puede recurrir a la teoría de superioridad (para evocar un sentimiento de superioridad convocado por un comportamiento incompetente de una figura pública) o –de acuerdo con lo que hemos expuesto sobre los estudios de Tsakona (2009) y Marín Arrase (2008) la creación de un tipo de incongruencia que evoca una absurdidad o situación inesperada. En conectar la retórica directamente con el humor, Mwetulundila & Kangira vinculan el empleo de la superioridad con la creación de inconsistencia entre dos ideas -o entre palabras y acciones- a través de los mecanismos de exageración o burla. La incongruencia por su parte aparece como consecuencia de una situación inesperada o absurda a través de una interacción entre los elementos textuales y visuales (2015: 70).

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5. El análisis de las viñetas

En este capítulo se analizará una selección de veinte viñetas publicadas durante los primeros tres años de la Transición española. El recorrido de este análisis seguirá el período analizado por Segado Boj (2011)4 y empieza en 1974, cuando el presidente del gobierno de entonces, Carlos Arias Navarro, hace su famoso discurso, conocido por el Espíritu del 12 de Febrero, en que presenta un gran paquete de promesas reformistas que resultarían quedarse sin cumplir. El camino a la democracia termina en julio de 1977, cuando España celebra sus primeras elecciones democráticas desde 1936. Para facilitar un análisis sistemático de estos acontecimientos, se hará una división de dos partes. La primera parte se enfocará en el análisis de las viñetas publicadas durante la reforma política (1974-1975) y la segunda parte tratará las viñetas publicadas con la llegada del gobierno de Adolfo Suárez y el camino a las elecciones generales (1976-1977). Por no tener un acceso ilimitado a las viñetas publicadas en este período, la cantidad de las viñetas por cabecera no es exactamente proporcional, pero la diferencia por parte analizada no es significativa, de ahí que el corpus tiene una división proporcional adecuada para elaborar un válido estudio comparativo y cualitativo. En total, se analizarán cinco viñetas de Ya, cinco viñetas por parte de La Vanguardia, tres por parte de ABC, cuatro de El

Alcázar y tres de Informaciones.

Antes de que se arranque con las dos partes del análisis, se dedicará el primer párrafo de este capítulo al contexto legal en el que fueron publicadas las viñetas seleccionadas, en concreto las restricciones que fueron impuestas por la Ley de la prensa e imprenta de 1966. Es importante hacer mención a esta ley, porque, por razones específicas que serán explicadas en el párrafo que sigue, sus condiciones suponían límites a la libre creación y publicación de las viñetas en la prensa y que suponían por lo tanto una cierta censura sobre la elección de los dibujantes en cuanto a sus caricaturas y argumentación.

Finalmente y referente a la metodología de este análisis, ambas partes serán introducidas por un resumen de los acontecimientos más importantes en ambos períodos para que se entienda el tratamiento de los temas a los que se refieren en las viñetas. Después se dará una explicación sobre lo que se contempla en las imágenes, con especial enfoque en la interacción entre los

4 Se seguirá el orden cronológico propuesto por Segado Boj (2011) y aunque siga el orden por acontecimiento

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elementos textuales y visuales y la incongruencia que causa el efecto de humor a través del guion opuesto y el mecanismo lógico. A partir de ahí se explicitarán los puntos de vista y la argumentación a que se compromete el dibujante a través del modelo de reconstrucción. Al final de este capítulo se dará un resumen de los resultados obtenidos.

5.1 La censura y el humor gráfico: la Ley de la prensa e imprenta de 1966

Un tema inherente al humor reflejado en la prensa diaria durante el período de la Transición es la actualidad. Sin embargo, este reflejo de la actualidad en los chistes estaba sujeto a la censura impuesta por el gobierno tardío franquista. Es decir, los dibujantes se vieron condicionados por los preceptos legales de la Ley de prensa e imprenta de 1966 impuesta por el ministro de Información y Turismo de entonces, Manuel Fraga. Aunque se anunciara como una ley liberal que aboliera la censura previa, aun así recogía algunas limitaciones. El problema fue que no se especificaba claramente cuáles restricciones había para la libertad de expresión en la prensa, de ahí que había un constante balanceo entre lo aceptable y lo inaceptable (Segado Boj, 2009: 21). El artículo 2º de esta ley estipulaba lo siguiente:

Extensión del derecho. La libertad de expresión y el derecho a la difusión de

informaciones, reconocido en el artículo primero, no tendrán más limitaciones que las impuestas por las leyes. Son limitaciones: el respeto a la verdad y a la moral; el acatamiento a la Ley de Principios del Movimiento Nacional y

demás Leyes Fundamentales, las exigencias de la defensa nacional, de la seguridad del Estado y del mantenimiento del orden público interior y la paz exterior;

el debido respeto a las Instituciones y a las personas en la crítica de la

acción política y administrativa; la independencia de los Tribunales, y la salvaguardia de la intimidad y el honor personal y familiar.

Como se puede observar, este artículo no especificaba qué se debía de entender por ‘el debido respecto a las ‘Instituciones’ y tampoco dejaba claro cuáles eran las supuestas penas por violaciones de las limitaciones impuestas. Las medidas tomadas entonces dependían del ministro de Información y Turismo de turno. Sin embargo, aunque las medidas se fueran

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ensanchando por la llegada de un ministro más liberal (Pío Cabanillas, 1974), de igual modo se seguían sucediendo las multas (Segado Boj, 2009: 22).

Tras la muerte de Franco y con el gobierno de Manuel Fraga no se produjo ninguna enmendación y la ley permaneció en vigor hasta la llegada del gobierno de Adolfo Suárez, cuando se entró en vigor un nuevo decreto-ley que derogaba el segundo artículo existente. Sin embargo, el gobierno todavía guardaba el poder de secuestrar a las publicaciones que ‘criticaran la Monarquía y el Ejército, o que reivindicaran la autonomía con la llegada de las elecciones’ (Segado Boj, 2009: 22).

Como observa Segado Boj, la censura impuesta por la Ley de la prensa e imprenta obligó a los dibujantes utilizar medios indirectos para referir a determinados asuntos, para que el lector se encontrara con un alto grado de dificultad para decodificar el mensaje. Otra consecuencia de la censura sobre el humor gráfico era que, aunque la prensa mostrara un gran interés por la política nacional, algunos asuntos se quedaron fuera del alcance y la misma política como tema central se convirtió en un gran tabú, para que los acontecimientos importantes se reflejaran a través de la opinión pública dominante en la sociedad. Esto también aclara por qué se observa un gran porcentaje de ausencia de líderes políticos identificables en las viñetas publicadas en el período 1974-1977. No obstante, los humoristas hacen referencia a los acontecimientos de interés a través de personajes ficticios prototípicos, representantes de un determinado colectivo (en virtud de su oficio, género, edad o ideología por ejemplo) o cualquier otro atributo. De hecho, este tipo de personajes cubría un porcentaje que oscilaba entre 80-90 por ciento de los cinco rotativos en cuestión (Segado Boj 2011: 161). Segado Boj en sus conclusiones personales observa que el porcentaje de personajes políticos identificables era un poco más alto en el el caso de Ya. Este hecho se debe a que este diario no criticara ni ridiculizara estas figuras, al contrario, en general se mostraba positivo ante los políticos protagonistas (Segado Boj, 2011:161). Además añade que aunque en algunas ocasiones los demás diarios llegaran a criticar algún personaje directamente, esta crítica nunca fue dirigida directamente a la política nacional, y menos al fallecido dictador Franco (1975) que se convirtió en el tabú más grande. Finalmente menciona Segado Boj que el porcentaje restante de las referencias utilizadas por los dibujantes se correspondía con las viñetas que no contenían personaje alguno, sino simplemente un cartel, rótulo u otro objeto referencial (2011: 163).

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5.2.1 Primera parte: el programa reformista, esperanza y frustración

El período de la primera parte de este análisis abarca un tiempo en que el gobierno del ministro Arias Navarro despertó una cierta esperanza y positivismo hacia el futuro, pero que conforme pasaba el tiempo iba desapareciendo y convirtiéndose en frustración y escepticismo. Sin embargo, cada diario recogía los hechos con matices diferentes según las ideologías que tuvieran y esto es lo que sale a la luz en las viñetas seleccionadas.

Tras el mortal atentado al general Carrera Blanco, Francisco Franco nombró a principios de 1974 a Carlos Arias Navarro como su sucesor por el motivo de que confiaba en que él gobernara el país en virtud del franquismo autoritario contra la oposición antifranquista. Esto hizo que le concedieran la reputación del hombre de represión. Pese a las expectativas, El Espíritu del 12

de Febrero ofreció un gran paquete de promesas reformistas, entre las más importantes el

Estatuto de Asociaciones para promover la participación política. Sin embargo, la (moderada) esperanza provocó desconfianza y frustración cuando resultó que las promesas no se cumplieron (Segado Boj, 2012: 206). Veremos mediante la presentación de las viñetas seleccionadas como se retrasó la llegada de la reforma, mientras ocurrieron algunos fracasos funestos para el aperturismo, entre los más importantes la dimisión del Ministro de Información y Turismo ‘liberal’ Pío Cabanillas, provocada por los inmovilistas (ultraderechistas) y la no participación política mediante la prometedora Ley de asociaciones que se caracterizó por no perseguir una participación plural y por tener el complicado requisito que especificaba que la formación de una asociación sólo fue posible al tener al menos veinticinco mil afiliados en un mínimo de quince provincias (Segado Boj, 2012: 218).

Las viñetas que se analizarán a continuación no sólo comentan sobre los hechos relacionados con el aperturismo, sino también hacen referencia a una discusión indirecta entre afiliados de la oposición aperturista por un lado y el franquismo por otro.

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26 Imagen 1: Dátile, Ya, 14 de febrero 1974

En esta primera viñeta observamos algo no muy común: la representación de una figura pública identificable que pertenece a la política nacional. El dibujante Dátile representa aquí a Arias Navarro en su función anterior de alcalde de Madrid. Le caricaturiza sujetando dos llaves en la mano mientras anuncia: ‘Esta vez entrego “las llaves” al futuro y a la crítica’.

El hecho de referir a su puesto anterior hace que encontremos un guion opuesto entre la actualidad versus la no actualidad, constituido a través de una analogía en la forma de metáfora visual (el presidente del gobierno está comparado con un alcalde, lo que de hecho era su puesto en el pasado). La entrega de las llaves aquí simboliza un topos cultural conocido por el hecho de que antiguamente los alcaldes de las ciudades importantes entregaran las llaves a los visitantes como una muestra de respeto y acto civil. Para que el público entienda esta referencia cultural, el anunciado texto en el globo ofrece una pista (‘la entrega de las llaves’). La incongruencia aquí se encuentra en el texto, ya que las llaves esta vez no son entregadas en función del acto civil de alcalde, sino como presidente del gobierno a la oposición y al futuro. Este ‘punch line’ es lo que activa el efecto humorístico. Cabe finalmente mencionar que el punto de visto sostenido aquí parece ser positivo, lo que traspasa el contexto institucional establecido por Feteris, Groarke & Plug (2011).

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Estructura de argumentación

1. La actitud del presidente Arias Navarro hacia la reforma democratizadora debe ser evaluada positivamente

1.1ª La actitud del presidente Arias Navarro sobre la reforma democratizadora impuesta por el presidente Arias Navarro es positiva y abierta al futuro y la oposición

1.1ª.1ª La actitud del presidente Arias Navarro es como la de un alcalde que entrega simbólicamente las llaves a los visitantes de su ciudad

1.1ª.1b La entrega de las llaves por un alcalde significa una muestra de positividad y confianza

1.1b El hecho de que el presidente Arias Navarro muestra una actitud positiva y abierta al futuro y la oposición debe ser evaluado positivamente

(1.1b.1 Las intenciones de Arias Navarro resucitan una opinión optimista en la sociedad española)

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